En los últimos años hemos visto como la televisión cristiana, que debería trasmitir un mensaje positivo, de esperanza y ajustado al evangelio de Jesucristo, ha hecho del mismo un mensaje de codicia y manipulación económica por medio de los maratones.
Se ha desarrollado una teología llamada cristiana en donde por medio de pactos, cosecha, promesas, bendiciones unciones se explota la fe de las personas, alentando la ambición que lleva a la codicia, pues se trata de explotar la fe diciendo que si das lo que te pido, Dios te dará “el 100 por 1”.
Recientemente vi al que en un tiempo se llamó el toro colorado, el cual fracaso en sus aspiraciones de ser político, pero se volvió pastor y puso un canal cristiano que funciona desde San Pedro Sula, y desde el cual proclama un evangelio completamente contrario al que enseño Jesucristo, y por medio de un maratón ofrecía a cambio de una ofrenda, bendiciones a control remoto. Tal parece que el reino de los cielos es un mercado, al cual tiene acceso tan solo los que pueden dar dinero, pues de ellos es la bendición.
Son pocos los que levantan la voz para combatir este falso evangelio de codicia, que produce tremendo desniveles sociales en una iglesia que debería ser solidaria y comprometida con los pobres, principalmente en estos tiempos en donde la miseria aumenta, mientras unos pocos acumulan grandes riquezas. Se llega al extremo de afirmar que Jesús era rico, poseía casas y mucho oro, y toda esta especulación y mentira degrada la esencia misma del evangelio.
Gracias a Dios que recientemente se han levantado voces que condenan a estos falsos predicadores de una prosperidad que surge en medio de la miseria de un mundo que muere de hambre. Quiero compartir un mensaje que revela la verdad de este evangelio, y les recomiendo que si tienen acceso al Internet busque estas páginas, en donde Donnie Swaggart desenmascara a los falsos pre-dicadores de la prosperidad. Puede ver el mensaje en la página de youtube:

http://www.youtube.com/watch?v=8TQP2l2Kq6s&feature=related (2ª Parte)
http://www.youtube.com/watch?v=LpIMy6FHBuU&feature=related (3ª Parte).
Creo que debemos frenar esta explotación religiosa forjada a base de chantaje, en donde Dios hace milagro a cambio de una donación, algo similar a las famosas bulas papales de la edad media, y que causo un cisma en la Iglesia Católica. Es triste ver como con la Biblia en la mano, se hace negocio descaradamente, ofreciendo bendiciones a cambio de dinero. Lo peor es que estos predicadores de la prosperidad viven como reyes, a costilla de unos humildes y sinceros cristianos que creen que dándoles a ellos dinero, obtendrán lo que ya Cristo nos dio con su muerte en la cruz del calvario. Dice la Biblia en Timoteo 6:11 que debemos de huir de estas cosas, y denunciar a los explotadores de la fe, que a costilla de un mensaje falso del evangelio se enriquecen. Tal acción en el mundo de hoy es una blasfemia y vergüenza. Si el Estado investigará las riquezas y la fortuna de estos predicadores, que ni pagan los impuestos, descubriría cosas turbias, que sería equivalente a lo que describo como “corrupción religiosa”.
Sin embargo, esto no me asusta, pues la Palabra de Dios anunciaba que en los últimos tiempos vendrían hombres avaros, que con sutiliza pervertirían el evangelio para obtener ganancias y alentar la avaricia que nace de la codicia. Bien lo dijo el Apóstol en 2 de Pedro 2:2-3 “Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”. Amigo, no deje que le engañen con falsas promesas, ni caiga en la trampa de la codicia religiosa.

mariofumero@hotmail.com